Empleo en México: entre la escasez de oferta, bajos sueldos y largas jornadas

Factor Capital Humano 

Lucía Cuellar salió cabizbaja del café internet que está a dos cuadras de la estación Revolución del Metro de la Ciudad de México. Revisó su correo electrónico varias veces, checó diversas vacantes y nada: sigue sin encontrar empleo.

Lucía forma parte del 3.6% de la Población Económicamente Activa (PEA) que estuvo desocupada a marzo pasado, de acuerdo con cifras del Inegi, una tasa superior al 3.2% reportado al mismo periodo en 2018, y la tasa más alta en 28 meses.

Para el cierre de este año, México podría registrar una tasa de desempleo superior al 4.0%, ante el menor crecimiento económico observado al arranque del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, debido a la falta de inversión pública y privada en el país.

De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), México es el país de la agrupación en donde más horas se trabaja por año.

En promedio, en el país se trabaja 2,255 horas al año, lo que equivale a 43 horas a la semana. En el otro extremo se ubica Alemania, en donde se trabaja un promedio de 1,363 horas al año, es decir 892 horas menosque en México.

Así, hay un 20% de la población que sí tiene empleo, gana menos de dos salarios mínimos, y cubre horarios demasiado extensos, afirmó José Luis de la Cruz Gallegos, director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).

“Esta precarización del mercado laboral –con una de las cifras más altas comparado con los dos último sexenios– se puede seguir dando en lo que resta del año, sino se logra revertir la desaceleración económica”, aseveró el también académico.

Explicó que el empleo que se está creando en el país tiene malas condiciones en cuanto a salarios, prestaciones y tiempo de trabajo, ya sea porque en un extremo se trabaja más de 48 horas, y por el otro, no se trabajan ni 15 horas a la semana.

“Es decir, los mexicanos están teniendo que trabajar poco tiempo, u ocuparse demasiado ganando poco, esa precarización no es adecuada porque afecta a las familias mexicanas”, subrayó en el marco del Día del Trabajo que se celebra este miércoles.

Poca inversión, igual a menos empleos

De la Cruz Gallegos sostuvo que este panorama obedece a las expectativas de menor crecimiento económico –por abajo del 2.0 e incluso del 1.5% –, “lo que implica que sino hay perspectiva de crecimiento, no hay perspectiva de inversión”.

Las empresas deben empezar a ajustarse a la baja en materia de empleo, porque ya no están teniendo ciertos ingresos, lo que aunado a la decisión del gobierno federal de desemplear a burócratas, “exacerba esta situación”.

En opinión del director general del IDIC, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador se confió en que la inercia de crecimiento del 2.0% que tenía el país “se iba a mantener”.

“No se contempló adecuadamente la desaceleración que se vive ya en el sector industrial que acumula cuatro caídas consecutivas de noviembre a febrero, y se subestimó el ajuste a la baja del gasto público”, subrayó.

De acuerdo con el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CCESP), esta situación refleja un menor dinamismo de la actividad económica del país, y con ello la limitación que tienen las empresas para crear nuevos puestos de trabajo.

“El principal motor del crecimiento es la inversión, y al incrementarse el acervo de capital se pueden crear actividades más productivas, capaces de generar más empleos de calidad y mejorar el bienestar de la población”.

Para el organismo dependiente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el principal motor del crecimiento no está funcionando como debería, pues los niveles de inversión no han sido suficientes para lograr que el crecimiento sea mayor al 2.4% promedio de los últimos 25 años.

“La baja inversión limita que las empresas generen un mayor número de puestos de trabajo, además de contribuir a una constante precarización del ingreso de las familias, debido a que la menor demanda de trabajo ha llevado a la disminución de los salarios”, dijo en un análisis.

¿Cómo atacar el desempleo?

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe admitir que hay una desaceleración, “lo que abriría la puerta a generar un programa contingente que hasta ahorita no está observándose”, opinó De la Cruz Gallegos.

Un programa contingente de reactivación económica que ya deberían estar realizando el Consejo Consultivo que se anunció hace un par de meses, y las secretarías respectivas, como la del Trabajo, Economía, Hacienda y Comunicaciones y Transportes, anotó.

Además, dijo, se debe tener a la política industrial como mecanismo fundamental, porque a través de la inversión pública en construcción e infraestructura, se promueve que otros sectores empiecen a tener mejores resultados.

“La obra publica genera obra privada que demanda insumos de al menos otras 50 ramas industriales, la manufactura se vería beneficiada”, además de que es necesario un papel más activo por parte de la banca de desarrollo, apuntó.

A decir de José Luis de la Cruz Gallegos, en el segundo semestre del año la desaceleración industrial de las manufacturas estadounidenses alcanzará al país con mayor fuerza, “que va a pegarle a las manufacturas mexicanas”.

“Si no logramos reactivar la economía interna en los siguientes dos o tres meses, para el segundo semestre enfrentaremos con más fuerza la desaceleración industrial de Estados Unidos, por lo que es fundamental este programa contingente”, expuso.

De no hacerlo, alertó, estaríamos viendo un año en donde la economía mexicana no crezca más de 1.0%, con una tasa de desempleo superior al 4.2 por ciento.

Mientras tanto, Lucía Cuellar entra a una panadería ubicada en Insurgentes Norte, cerca de Buenavista, donde ocupará por lo pronto, un puesto de cajera por las tardes, porque su licenciatura en Contaduría no le ha permitido encontrar un mejor empleo.

Publicado en El Economista

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