El 90% de los trabajadores percibe afectación en su vida familiar por el trabajo

Gerardo Hernández

La recomendación más común es ‘dejar los problemas del trabajo en la oficina y los conflictos familiares en casa’, la separación de ambos mundos parece sencilla, pero no lo es; de hecho, en algunos casos puede ser imposible. Lo que pasa en el contexto laboral afecta la vida personal y hasta a nivel social.

“No hay nada más lejos de la realidad. Si estás viviendo algún tipo de estrés crónico laboral o acoso en el trabajo, no sólo te va a afectar en tu trabajo, te afectará en tu casa, con tus hijos, pareja, con tu entorno y hay empresas que en su cultura organizacional no escrita, las personas te dicen ‘aquí todos nos divorciamos porque el ritmo es muy demandante’, son temas que a penas se están visibilizando”, expone Ivonne Borden, directora de la firma Agregando Valor.

De acuerdo con el Termómetro Laboral de OCC, el 90% de los trabajadores reconoce que los problemas en el trabajo han impactado negativamente su vida familiar, las principales afectaciones que reportan los empleados son:

  • Mayor estrés y tensión
  • Alteración de la dinámica familiar
  • Desánimo
  • Aislamiento

Entre los múltiples factores del contexto laboral que afectan la vida personal, el que tiene mayor impacto son las malas relaciones con los líderes, afirma Ivonne Borden. “Si yo tengo una pésima relación con mi jefe, es muy probable que no sólo se refleje en la salud física y mental de la persona, la irritabilidad constante que se experimenta no queda en el trabajo, eso pasa a la familia, tal vez la persona se aisla o normaliza la agresión y lo reproduce con su familia de manera inconsciente”.

Según la encuesta de la bolsa de trabajo en línea, del universo de personas que tiene problemas familiares por los conflictos en el espacio de trabajo, la mitad de los trabajadores lo experimenta a menudo y otro 13% lo padece siempre.

Los malos climas laborales, las cargas de trabajo poco manejables, los horarios extensos y la violencia, son sólo algunos aspectos asociados al entorno organizacional que afectan mentalmente a las personas, y esto se puede reflejar en la vida personal.

“El impacto negativo no sólo queda en la empresa y la familia de las personas, la afectación la vemos a nivel social. Lo peligroso es que lo normalizamos, por eso es tan importante trabajar en entornos laborales saludables porque el impacto que tienen las organizaciones en el tejido social es impresionante”, apunta Ivonne Borden.

Otra manera en la que los espacios de trabajo impactan negativamente el contexto personal, es en aspectos como el tiempo dedicado a las relaciones interpersonales fuera de la oficina. No tener suficiente tiempo para los amigos, para la familia y dificultad para conciliar el sueño, son los principales aspectos de la vida personal alterados por la dinámica laboral, de acuerdo con el informe Salud mental en el trabajo: Líderes y dinero del Workforce Institute de UKG.

“Cuanto más trabajen las personas, menos tiempo tendrán para dedicarlo a otras actividades, como el tiempo que pasan con otras personas, el ocio, comer o dormir. La cantidad y la calidad del tiempo libre son fundamentales para el bienestar general de las personas y pueden generar beneficios adicionales para la salud física y mental”, señala la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE).

Al interior de la organización, nuestro país es una de las economías donde las personas le dedican menos horas de su día al cuidado personal como dormir o comer, y a actividades de ocio entre las que se encuentran la vida social con amigos y familia, los juegos o ver la televisión.

Balance vida-trabajo, un nuevo ‘no negociable’

El equilibrio entre la vida laboral y personal se ha convertido en una nueva demanda para las personas, como el salario, ya se encuentra en la lista de prioridades al buscar o permanecer en un empleo.

De acuerdo con el Workmonitor 2024 de Randstad, el 54% de los trabajadores en México afirma que su vida personal es más importante que su trabajo. En el contexto actual, las personas están revalorando sus prioridades y están colocando su balance vida-trabajo en el centro de las decisiones profesionales.

En el último año, el equilibrio vida-trabajo tomó una relevancia tan importante que casi equiparó al salario como factor principal para considerar sus próximos pasos en la vida profesional.

El 47% de los encuestados en México refiere que renunciaría a un empleo que les impide disfrutar de su vida personal. La demanda por flexibilidad laboral también crece, un 38% de las personas no duda en dejar su trabajo si su empleador le pide pasar más tiempo de trabajo en la oficina.

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