Salarios presionan inflación en el sector de la construcción

Fernando Gutiérrez

Si bien la inflación en el sector de la construcción se ha desacelerado de manera importante, un indicador que se ha mantenido al alza, sin que haya indicios de una pronta reducción, es el subíndice de remuneraciones de la industria.

De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en febrero pasado, la inflación en el subíndice de remuneraciones aumentó 9.06% a tasa anual y en marzo del presente año el avance fue de 8.05% en su comparación anual.

Con estas alzas, el subíndice de remuneraciones dentro del índice general de la construcción se encuentra en niveles históricos, mientras que los subindicadores de los materiales de construcción y de alquiler de maquinaria y equipo se han desacelerado de manera importante.

Según los datos de Inegi, a febrero pasado el subíndice de materiales para la construcción fue de 1.34% en su medición anual y en marzo de este año fue de 0.48 por ciento. Por su parte, el subindicador de alquiler de maquinaria y equipo registró en el segundo mes del 2024 un avance de 4.35% y en el tercer mes su crecimiento fue de 3.86 por ciento.

En general, el avance del indicador general de la construcción, dentro del índice nacional de Precios Productor (INPP), fue, en su comparación anual, de 2.34% en febrero pasado y de 1.48% en marzo de este año, alejándose de los avances de dos dígitos que se dieron meses después de la llegada de la pandemia.

Causas 

Para Carlos López Jones, director de Consultoría en Tendencias Económicas y Financieras, el alza que ha tenido el subíndice de remuneraciones está ligado al incremento que ha tenido el Salario Mínimo durante este sexenio. Tan sólo en este 2024, el aumento fue de 20 por ciento.

«El trabajo del sector de la construcción es muy pesado por las condiciones del mismo: al aire libre, cargando cosas pesadas, entre otras, así que normalmente tienen salarios por encima del mínimo para atraer personal. Actualmente el salario mínimo ya está en 7,500 pesos al mes, lo que significa una semana de 1,750 pesos», comentó López Jones.

Para el especialista, este avance en la inflación dentro del subíndice de remuneraciones contrasta con el comportamiento de los precios de los materiales para la construcción, los cuales se han desacelerado de manera importante debido a la fortaleza del peso.

En este escenario, el especialista apuntó que, debido a este incremento importante en los salarios dentro de la industria, las constructoras deberán adaptarse a esta realidad para alcanzar la rentabilidad dentro de sus operaciones, pues una desaceleración en este indicador dependerá de la política de incrementos de salarios mínimos del próximo gobierno.

«Evidentemente hay que ajustarse a una realidad de sueldos más altos que hace un sexenio, cuando el costo de la semana andaba entre 1,200 pesos y 1,500 pesos para un ayudante y hoy está de 2,000 pesos a 2,500 pesos la misma semana. Algunos podrán reflejar esos incrementos en costos en precios finales y otros no podrán hacerlo», destacó el especialista.

Para López Jones, muchas constructoras tratarán de reducir el personal y buscar los mismos resultados y otras, optarán por mecanismos que requieran menos mano de obra frente a otros procesos más intensivos en este aspecto.

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